GONDAR (El Reino Camelot de Africa)

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Entre los siglos XV y XIX, el país fue un continuo baño de sangre a consecuencia de constantes invasiones musulmanas y somalíes y constantes luchas internas. Se sucedían los usurpadores en el trono, pero todos ellos se proclamaban sin excepción pertenecientes a la dinastía salomónica. Una expedición portuguesa vino en ayuda del rey etíope, para repeler una invasión musulmana que incendió y ensangrentó el país entre 1529 y 1543. Los portugueses permanecieron en el país como tropas aliadas, hasta bien entrado el siglo XVI, y dejaron su huella en algunas construcciones, como castillos y puentes y consiguieron que dos emperadores aceptaran obediencia a Roma y profesaran el catolicismo. Pero todo terminó cuando el rey Fasilidas, a finales del siglo XVII, expulsó y decapitó a todos los católicos del país, restableciendo como religión oficial el credo copto.

gondar_2El lugar  contrasta con todo su entorno y  más bien parece un trozo de Europa. Los nativos sienten gran estimación por Gondar y es costumbre que los diplomados en Bellas Artes y licenciados en Historia, vayan a fotografiarse al finalizar los estudios delante del castillo de Fasilides, el más antiguo de todo el conjunto.

A Gondar  le llaman el Camelot de África, a causa de estos seis castillos que se alzan en el recinto imperial, todos ellos construidos por orden de cada uno de los seis reyes que formaron la dinastía de Fasilides, hijo de Susinios, coronado emperador en 1632.

Se dice que el emplazamiento de Gondar lo eligió el jesuita español Pedro Páez para el emperador Susinios, y fue su hijo Fasilides quien encargó el primer castillo a los descendientes de los artesanos portugueses que habían viajado al país, junto con una expedición militar lusa, para ayudar al rey etíope a combatir a los invasores musulmanes del caudillo harari Ahmed Gragn. La ciudad imperial ocupaba una gran extensión con doce puertas de entrada.

Los palacios tienen forma rectangular y cuentan con tres pisos rematados por una torre cuadrada, en cuyas esquinas se levanta otra torre de menor tamaño. En la edificación se aprecian influencias axumitas, indias y portuguesas. Fueron residencia imperial desde 1636 hasta 1855, fecha en que el emperador Tewodros II conquistó el trono

La decadencia de Gondar, que ya se había iniciado a consecuencia de las intrigas palaciegas y las luchas dinásticas, se agravó cuando Tewodros abandonó la ciudad a poco de proclamarse emperador y trasladó la sede del gobierno imperial a otra ciudad. Posteriormente, la ciudad fue saqueada por los mahdistas sudaneses durante el siglo XIX, y por último, ocupada por tropas nazis italianas en el transcurso de la segunda guerra mundial que la utilizaron como bases de operaciones. Algunos de los edificios de Gondar fueron dañados por el bombardeo de las Fuerzas aéreas británicas durante la campaña de liberación.

De todo el conjunto resalta, además del Palacio de Fasilidas, el de Iyassu, Bakaffa y la biblioteca de Yohannes I.

Los Baños de Fasilidas, a 2 km. de la ciudad, es otro encantador lugar digno de ser visitado. Se trata de un recinto formado por un palacete de dos plantas rodeado de una piscina rectangular de 2800 m2 que se llenaba con el agua de los ríos de los alrededores y se usaba para la práctica de deportes y ceremonias religiosas. Hoy en día se sigue utilizando en la fiesta de la Epifania, todos los 20 de enero.

No obstante la máxima expresión artística de Gondar es la iglesia de Debre Birhan Selassie (Monte de la Luz de la Trinidad) Iglesia del siglo XVII, de forma rectangular y rodeada por soportales que fue construida por el soberano Iyassu I sobre una antigua iglesia circular. Famosa por sus impresionantes frescos medievales pintados sobre las paredes laterales que reflejan diferentes escenas bíblicas y las pinturas del techo que representan ochenta caras de querubines mirando en todas las direcciones, obra del pintor etíope del siglo XVII Haile Meskel